La fealdad está en el ojo del que mira. Estas criaturas submarinas puede que parezcan monstruos llegados desde algún planeta remoto, engendros salidos de los rincones más salvajes de nuestra imaginación, pero lo mismo podrían decir ellas de nosotros.
Lo cierto es que más del 70 por ciento de la superficie del planeta Tierra está cubierta de agua y aún sabemos poco de lo que sucede ahí abajo. En algunas zonas del mundo, los zoológos llevan décadas encontrando nuevas especies cada mes, y cuanto más se acercan a las zonas abisales, la fauna marina se vuelve más extraña, más fascinante, y también más espeluznante e incómoda para la vista humana. Porque, ¿acaso no sientes un leve cosquilleo en tu glándula del miedo al mirar cosas como esta?
Hace pocas semanas un equipo de investigadores descubría a esta curiosa criatura en la fosa marina de Puerto Rico. En honor a ese extraño ser, que a nosotros nos recuerda a los entrañables fantasmas del Pac-Man, hemos querido hacer un repaso a algunos de los peces (sólo peces) más extraños y espeluznantes conocidos por el hombre.
Queda claro que los aliens no sólo vienen del espacio exterior. También viven en las profundidades marinas.
Empezamos nuestro repaso por el que pasa por ser, “oficialmente”, el animal más feo del planeta. Porque lo feo también tiene derecho a existir.
Pez borrón (Psychrolutes marcidus)
El pez gota o pez borrón es, probablemente, el pez más pop de la actualidad. En 2013 fue elegido como el animal más feo del mundo en la votación organizada por la Ugly Animal Preservation Society y la criatura acabó convertida en meme. Su carne es una especie de masa gelatinosa con una densidad ligeramente inferior a la del agua, lo que le permite flotar sobre el fondo marino sin necesidad de gastar energía nadando. En su ambiente habitual es un pez “normal” que vive a unos 1000 metros de profundidad. Sólo cuando se le saca del agua adquiere ese aspecto amorfo como de un “Jabba the Hut” hecho de moco rosa. Dan ganas de cogerlo en brazos… para correr a desinfectarse luego.
Pez de colmillos largos (Anoplogaster cornuta)
Si Freddy Krueger tuviera una pecera en casa, seguro que la tendría llena deAnoplogaster cornuta. Este pez de aguas profundas, propio de zonas tropicales y templadas, recibe su nombre en honor a sus dientes en forma de colmillos, desproporcionadamente largos en comparación con su cuerpo, y además vueltos hacia dentro, para impedir que sus presas se escapen. Su apariencia es bastante aterradora, pero en realidad se trata de una especie de pez pequeño (no llega a medir más de 18 centímetros) e inofensivo para el hombre.
Pez víbora (Chauliodus dentatus)
El ‘viperfish’ tiene el honor de poseer el récord mundial entre la fauna marina en lo que se refiere a la longitud de sus dientes en relación al tamaño de su cabeza. Como otros peces abisales, los Chauliodus utilizan órganos bioluminescentes localizados en el vientre y en el final de una aleta para atraer y atrapar a sus presas en las profundidades marinas. El pez víbora inmoviliza a sus presas con sus dientes y las engulle de una pieza, sin masticarlas. Sus digestiones tienen que ser de escándalo. Claro que eso le permite pasar hasta doce días sin comer.
Oranda (Carassius auratus)
El oranda es una variedad de carpín dorado que se caracteriza por las protuberancias con forma de burbujas que tiene en la cabeza. A veces ese abultamiento se localiza en la región craneal, y otras recubre toda la cabeza de la criatura a excepción de los ojos y la boca, dándole un aspecto semejante al de una coliflor con aletas. Es un pez bastante popular entre los aficionados al acuarismo, pero a nosotros su cabeza nos hace pensar en tumores y en cerebros inflamados. Algo así como Brian The Brain en versión acuática.
Pez rata (Uranoscopus scaber)
Los peces de la familia uranoscopidae, comunes en la región biogeográfica del Indo-Pacífico, son unos maestros del camuflaje. Tienen los ojos situados en la parte superior de la cabeza, apuntando hacia arriba (en inglés se les conoce como “stargazers”), de manera que pueden acechar a sus víctimas mientras la casi totalidad de su cuerpo permanece enterrado en la arena del fondo marino. Algunas especies de la familia cuentan con dos largas espinas venenosas situadas en el opérculo y pueden causar descargas eléctricas. Mejor no pisarlos por error.
Pez demonio (Astronesthes niger)
Existen 50 especies reconocidas de peces demonio o estómidos, peces marinos de la familia Stomiidae, distribuidos por las aguas abisales de todos los océanos del mundo. El Astronesthes niger vive en las aguas del Atlántico y el Índico, a unos 500 metros de profundidad. De aspecto pesadillesco —su nombre no es gratuito—, su tamaño no suele superar los 16 centímetros.
Pez cabeza de oveja (Semicossyphus reticulatus)
El ‘sheephead asiático’ es una especie de lábrido que vive de la zona oriental del Pacífico, concretamente en áreas rocosas de aguas pertenecientes a Corea, China y Japón, países en los que es valorado a nivel culinario. Lo más reconocible de su aspecto es su frente abultada, que parece coronada por un enorme chichón. Algunos buceadores que han tenido la ocasión de nadar junto al ‘sheephead’ aseguran que, visto de cara, se parece a Shrek.
Pez dragón obseso (Opostomias micripnus)
El pez dragón es una especie de pez estomiforme de la familia Stomiidae que, como la mayoría de los de estas lista, vive en las profundidades abisales. Son peces alargados, tirando a pequeños —no suelen llegar a los 30 centímetros— y tienen capacidades bioluminiscentes. En este caso, el factor horripilante descansa en unos dientes largos y blanquísimos que a menudo impiden que el pez pueda cerrar la boca. Imagínate el dolor cuando se muerda el labio.
Fringehead Sarcástico (Neoclinus blanchardi)
El ‘sarcastic fringehead’ es un pez temperamental, pequeño pero feroz, que vive en las aguas del Pacífico. Le gusta acomodarse dentro de conchas o grietas y hace gala de uno de los comportamientos territoriales más agresivos del mundo submarino. En reposo, su aspecto no tiene nada de especial. Pero cuando alguien le molesta o hace ademán de invadir su territorio… entonces pasa lo que se ve en la foto. Esa forma de abrir la boca nos recuerda a Predator. Miedo, morena.
Pez escorpión de cabeza plana (Scorpaenopsis oxycephala)
Natural del Índico y el Pacífico Sur, el escorpión de cabeza plana es un pez “barbudo” (en el caso del varón) y carnívoro que habita en zonas de arrecifes. Su cuerpo colorido le confiere un aspecto escultórico, como si se tratara de un coral pintado, pero hay que tener cuidado, porque el pez escorpión cuenta con espinas venenosas. Un encuentro fortuito con él durante una sesión de nado o buceo puede dar lugar a lesiones muy doloras.
Diablo negro del mar (Melanocetus johnsonii)
Hasta el año pasado, nadie había conseguido grabar en su hábitat natural al extraño y pequeño ‘diablo negro del mar’, un pez abisal de la familiaMelanocetidae que habita en aguas tropicales, a profundidades que suelen oscilar entre los 3.000 y los 4.000 metros. El Melanocetus johnsonii machomide apenas 3 centímetros y suele vivir como un parásito cerca de las hembras, mucho más grandes. Su color rojizo le hace virtualmente invisible, y cuenta con una especie de antena que se ilumina gracias a bacterias bioluminiscentes y que le sirve para atraer a sus presas. Si te suena su cara feísima, puede que sea por Buscando a Nemo. “Adiós al buen rollo”.
Pejesapo psicodélico (Histiophryne psychedelica)
Sus descubridores decidieron llamarle ‘psychedelica’ y no cuesta entender por qué. El pejesapo psicodélico pertenece a la familia Antennariidae, luce una piel rayada que parece pintada a mano y cuenta con aletas a ambos lados de cuerpo que han evolucionado hasta convertirse en una especie de “piernas” que usa para caminar o rebotar sobre el fondo marino. A diferencia de otros peces sapo, el color del histiophryne psychedelica no cambia para adoptarse al medio.
Pez bocón (Opistognathidae)
Los bocones viven en arrecifes poco profundos de los océanos Atlántico y Pacífico. Tienen una cabeza relativamente grande para su cuerpo y una boca larga que usan para algo mas que comer: tras el apareamiento, la hembra deja los huevos al cuidado del macho, que los aloja e incuba en su bocahasta que nacen los alevines. Los bocones son unos de los pocos peces de agua salada que utilizan esta táctica, utilizada en mayor medida por los peces de agua dulce. Unos padrazos.
Tiburón duende (Mistsukurina owstoni)
El tiburón Goblin le debe su nombre a su inusual hocico puntiagudo, que, dicen, se asemeja un sombrero de duende. Pero el Mistsukurina owstoni tiene una característica mucho más llamativa y aterradora: una mandíbula de dientes afilados que puede proyectar hacia adelante para atrapar a su presa, como el Alien de H.R. Giger. Suerte que sólo habita en aguas profundas.
Pez ataúd (Chaunax endeavouri)
Si te encuentras con él en las aguas templadas del Pacífico, donde habita, verás que el ‘coffinfish’ se asemeja a un globo rosa —tienen la capacidad de hinchar su cuerpo flácido— recubierto de pequeñas escamas puntiagudas similares a espinas. La primera espina de la aleta dorsal simula un cebo que alojan dentro de una depresión en forma de ‘U’ que tienen en el hocico. Las aletas pectorales son similares a “brazos” que usan para apoyarse sobre el lecho marino. El pez ataúd pasa la mayor parte de su tiempo descansando en el fondo en zonas fangosas. El estrés no va con ellos.
Pez lobo (Anarhichas lupus)
Por su nombre, su cara de bruto y su tamaño (puede llegar a superar los 2 metros de longitud), uno podría esperar que el pez lobo fuera una especie abusona, un bully el mar, pero en realidad se trata de un pez bastante tímido al que no le gustan los problemas. Suelen esconderse en recovecos y cuevas del fondo marino y se alimentan a base de moluscos que mastican consu fuerte y fea dentadura. ¿Alguien tiene un bracket para él?
Pejesapo peludo (Antennarius striatus)
El Antennarius striatus llama la atención por su peculiar aspecto. De su cuerpo redondeado de color amarillo nacen numerosas ramificaciones que se asemejan a pelos. Su tamaño es muy variable, pero rara vez llega a superar los 20 centímetros. Esta especie, habitual de las aguas cálidas de Indonesia,camina sobre los lechos marinos en busca de su alimento. No se te ocurra retarle a una carrera, que igual te gana.
Pez alien (Idiacanthus atlanticus)
El dragón negro o pez alien vive en aguas subtropicales y templadas del hemisferio sur, a profundidades que oscilan entre los 1200 y los 2000 metros. Uno de sus rasgos distintivos es la larga protuberancia filiforme que les nace de la barbilla, dotada de un fotoforo que emite luz para atraer la atención de sus presas. A pesar de su apariencia aterradora, se trata de un pez pequeño, de unos 15 centímetros de longitud, que siempre preferirá un crustáceo al dedo gordo de tu pie.
Pez hacha de plata (Sternoptyx Argyropelecus)
Son pequeños (entre 3 y 15 centímetros, dependiendo de la especie), de cuerpos planos y extremadamente delgados, lo que les confiere un aspecto similar a la lámina de un hacha. Cuentan con órganos bioluminiscentes a lo largo de todo el cuerpo, siendo capaces de regular la intensidad de la luz que emiten en función de las circunstancias. Sus ojos saltones, que apuntan permanentemente hacia arriba, le dan al pez hacha una apariencia cómica. A nosotros su expresión de cara nos recuerda a las máscaras tristes de la tragedia griega.
Rape peludo (Caulophryne polynema)
El rape peludo tiene un cuerpo pequeño y esférico del que nacen una serie deprotuberancias filamentosas que usa para detectar el movimiento en el agua. Su apariencia da bastante repelús, pero lo que verdaderamente le distingue como una de las más extrañas criaturas marinas son sus hábitos de apareamiento: el rape macho muerde a la hembra con sus dientes, liberando una enzima que digiere la piel de su boca y su cuerpo hasta que acaba fundiéndose con ella, convirtiéndose en un parásito que se alimentan de su sangre. ¿A cuántos amigos conoces que se comportan así?
“Hay otros mundos, pero están en este”
vía: playgroundmag.net